De forma directa o indirecta cualquier profesión, oficio o puesto de trabajo se caracteriza y se diferencia de otros por su forma de vestir. El utilizar, o no, uniforme en el trabajo no se encuentra estipulado por ninguna ley laboral, siendo los reglamentos internos de las corporaciones los que regulan esta materia.
No obstante, cada vez es mayor el número de compañías que deciden que los miembros de sus plantillas utilicen uniforme en sus puestos de trabajo. Las ventajas y beneficios que implica la uniformidad laboral son amplios, por lo que destacaremos los principales:
1
Identificación
En primer lugar, el uso de uniforme por parte de la plantilla ayuda a identificar a nuestra plantilla. Especialmente, cuando se realiza atención al público es importante que los clientes sepan identificar a nuestros trabajadores de entre el resto de la clientela.
2
Profesionalidad
En segundo lugar, el uso de uniforme transfiere imagen de profesionalidad a la labor de los trabajadores. La imagen es un factor importante que nos ayuda de cara al exterior y en este caso, el uso de ropa de trabajo nos ayuda a reforzar la imagen de los profesionales de nuestra corporación.
3
Corporativismo
En tercer lugar, la uniformidad de las personas que integran nuestra empresa ayuda a fomentar el corporativismo. El uso del uniforme estimula la integración del equipo humano dentro de la empresa, reforzando el sentimiento de pertenencia.
4
Publicidad
En cuarto lugar, debemos remarcar que el uso de ropa de trabajo es claramente otra forma de poder realizar publicidad de nuestra marca. Los logos, colores corporativos u eslóganes incluidos en el vestuario de nuestros trabajadores son parte de la mercadotecnia de promoción.
5
Eficiencia
En quinto lugar, y pensando tanto en la organización como en la plantilla, la implantación del uniforme implica una mayor eficiencia. Por un lado, para la empresa se torno más sencillo definir la política de vestuario de los trabajadores. Y por otro lado, para los propios empleados el uso de ropa de trabajo les ayuda a no tener que elegir ropa cada jornada laboral.
Queda latente que el uso de vestuario laboral uniformado aporta infinidad de ventajas internas y externas a nuestras organizaciones y empresas. Su implantación puede resultar compleja especialmente si nuestra actividad se encuentra alejada del sector retail, por lo que la externalización de esta tarea en una empresa especializada nos resultará de gran ayuda.
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