Para poder desarrollar cualquier actividad profesional o empresarial es indispensable cumplir con una serie de obligaciones fiscales. El sistema fiscal se encuentra formado por una batería de leyes que tienen como fin la regulación de los diferentes tributos a los que se encuentran sometidos las empresas; para contribuir al mantenimiento de los gastos y servicios públicos de nuestro Estado.
La Ley General Tributaria (LGT) determina las diferentes aportaciones tanto de personas físicas como jurídicas en forma de tributos. Según la vía de recaudación los tributos se dividen en tasas, contribuciones especiales e impuestos. Atendiendo a la naturaleza de los impuestos podemos encontrarnos con directos e indirectos. Y teniendo en cuenta el ámbito de aplicación encontramos impuestos locales, autonómicos y estatales.
Puntos a Tener en Cuenta en la Fiscalidad de una Empresa
Son muchos los elementos que deberemos tener en cuenta a la hora de llevar a cabo las obligaciones fiscales dentro de nuestra organización. Dentro de éstos, resaltaremos especialmente los siguientes:
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Obligaciones Fiscales
En primer lugar, deberemos tener en cuenta todas las obligaciones fiscales que son exigidas en nuestra empresa. En este sentido nos encontraremos con el alta/baja censal, así como la presentación —según nuestra forma jurídica—, de tributos como el Impuesto de Sociedades, el IRPF, Retenciones y el IVA.
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Obligaciones de Facturación
En segundo lugar, las diferentes facturas —emitidas y recibidas—, conforman el elemento clave para determinar cuál es nuestra carga fiscal. Constituyen la base de liquidación del IVA, así como a su vez del cálculo del IRPF o el Impuesto de Sociedades.
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Gestión del IVA
En tercer lugar, resaltaremos la gran importancia que tiene para nuestra organización la correcta gestión del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Este impuesto es clave dentro de nuestras operaciones comerciales. Debiendo tener en cuenta —siguiendo el principio de devengo— el IVA soportando (el de nuestras compras) y el repercutido (el correspondiente a nuestras ventas), sus fechas de emisión y recepción para su correcta contabilidad.
La correcta fiscalidad de nuestra organización es por tanto tan vital como nuestra propia actividad empresarial. Debido a su alta complejidad y extensión temporal —puesto que nos acompaña durante todo el ciclo empresarial—, es necesario que sea realizada por personal especializado y cualificado. Siendo la externalización de esta rama a otras empresas y consultoras especializadas una opción eficaz y eficiente para ejecutar correctamente todas nuestras obligaciones fiscales.
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